domingo, 30 de enero de 2011

#2:Tensión sexual no resuelta.

Eran las siete de la mañana de un día otoñal.
Aquel día las nubes también cubrían toda la ciudad,con aire amenazador,haciendo que el gris del asfalto se volviera más triste aún.
Bastian desayunaba un tazón de cereales,mientras veía sin interés unos dibujos en la tele.
Cuando terminó cogió su vieja mochila de cuadros negros y blancos (he de decir que había cuadros de todos los colores,porque se había dedicado a pintarlos con rotulador) y salió de casa.
Sentía la misma soledad que todas las mañanas,aunque día a día se hacía más llevadera.
Es curioso,estoy rodeado de gente en todo momento y aún así me siento solo en el mundo.-pensó entre empujón y empujón durante el trayecto de metro-.
También reflexionó sobre lo ocurrido la otra noche.
Se sentía algo avergonzado por pensar que desde ayer,todo el mundo estaría hablando de él y de lo imbécil que era por haber empapado al tal Adrien.
Por otro lado,también pensaba que el otro chico se lo merecía.
Fue pensando en todo ello mientras caminaba como un autómata,aislado del mundo gracias a las trescientas veintisiete canciones que llevaba aquel día en el bolsillo.
De una semana a otra solía variar el número,de unas se cansaba y añadía otras a la lista de reproducción.
Se paró ante el marco de la puerta de la clase,dudando si pasar o ir a dar una vuelta mientras aclaraba las ideas.
Después de unos segundos de indecisión optó por entrar.
Los primeros sitios del aula ya estaban ocupados,asique para evitar que le reconocieran como el chico de la otra noche se sentó en las últimas mesas.
La clase se fue llenando con la llegada de grupos de alumnos dispersos,hasta que entró el profesor.
Por suerte nadie aún se había sentado al lado de Bastian,por lo que suspiró aliviado.
El profesor comenzó la explicación,mientras los alumnos tomaban apuntes casi a la velocidad de la luz.
El único sonido que se oía era el de los bolígrafos rasgando el papel o el de las teclas de alguno que otro que se había llevado un ordenador portátil a la clase.
Pasados unos diez minutos se abrió la puerta de clase otra vez.
Como siempre pasa,todo el mundo alzó la cabeza para ver de quién se trataba.
Bastian tragó saliva al ver que el rezagado era el chico de la otra noche,y que al no ver ningún otro sitio libre se dirigía al que se encontraba a su lado.
Mierda,mierda,mierda.-pensó apretando el puño con el que sujetaba el bolígrafo y mordiéndose el labio inferior-.
Cuando Adrien se sentó en la mesa de al lado de Bastian no pudo evitar resoplar.
Por otro lado aprovechó la situación,como siempre y se le ocurrió una idea.
-Gracias por guardarme el sitio como te pedí ayer,Bast.He llegado tarde porque he tenido que recoger la habitación y hacer la cama,que ayer la dejaste hecha un desastre.-dijo Adrien guiñando un ojo a Bastian-.
-Tssh...baja la voz.-pidió Bastian mientras intentaba relajarse-.
Que se calle de una vez.-rezaba-.
-Claro,¿que baje la voz yo ahora,no?Pues que sepas que por tu culpa ayer me llevé la bronca de mis compañeros de piso,dicen que tus gemidos no les dejaban dormir.-dijo Adrien con el mismo tono de voz-.
Los dos estudiantes de las mesas de delante se giraron,para mirar un momento a Adrien y a Bastian y después volvieron a sus apuntes.
Bastian se moría de vergüenza,nunca le había gustado llamar la atención,y menos de ese modo,asique atacó a Adrien con el mismo recurso,a modo de disimulo.
-Deberían ser los gemidos de otro,porque te recuerdo que al menos hasta ayer,no se te levantaba.-dijo levantando el tono de voz al de Adrien-.
-¡Ouch!,eso duele.-comentó una chica de una de las mesas de delante ante el comentario de Bastian-.
Adrien alargó la pierna,pateando la silla de la chica del comentario y volvió a mirar a Bastian,sonriendo como si todo ese juego le estuviera divirtiendo.
Bastian optó por romper un trozo de folio y escribirle una nota a Adrien.
"Siento lo que te hice ayer,pero deja ya de hacer el idiota.Van a pensar que estamos juntos al final."
Con disimulo,dobló el papel y lo deslizó hasta la mesa de Adrien,el cual lo cogió con interés,mientras lo leía.
Cuando terminó de leerlo lo dejó desdoblado encima de la mesa y respondió al otro chico,devolviéndolo a su mesa.
"No sé que tienes pero me pone un montón.Tal vez sea que nunca me han dicho que no como lo has hecho tú.¿Quedamos después de clase?"
 Bastian cogió el papel y lo leyó de forma incrédula.Tardó muy poco en pasarle otra vez el papel a Adrien.
"No." había escrito añadiéndole un plus de ironía a la respuesta.

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