lunes, 14 de febrero de 2011

#4: F = qv x B

- Me quiero ir muy lejos de aquí.¿Alguna vez has tenido la necesidad de dejar todo atrás y perderte por el mundo?-confesó Adrien pensantivo-.


- ¿En serio me lo preguntas?Estoy en una ciudad que apenas conozco,con gente que no conozco y encima la única persona con la que me relaciono me provoca reacciones bipolares.Yo he dejado mi mundo,mi familia,mis amigos y he ido a la aventura,y nada es como esperaba.-contesté con un deje de resignación-.


- Siempre puedes volver,nadie te obliga a quedarte.-apuntó como si las cosas fueran tan fáciles-.

- Estoy aquí para probarme.Es un reto personal,no puedo depender siempre de alguien.Y si vuelvo todo el mundo me echará en cara que he fracasado.-me quejé-.


- Yo no tengo pensado el lugar,pero al menos quiero estar a un radio de 10000 km.

- ¿Y me piensas dejar solo aquí?¿Con quién voy a hacer los trabajos ahora?-pregunté mientras calculaba qué países podían estar a esa distancia-.

- No te preocupes,que si me voy sólo tienes que llamarme,y estaré aquí en cinco minutos.-contestó con aire divertido-.


- No hay ningún medio de transporte que pueda alcanzar en 5 minutos los 10000 km. por hora.-dije incrédulo-.


- No necesito ninguno.Voy a llegar a ti por atracción magnética.

miércoles, 2 de febrero de 2011

#3:Filosofía.

-¿Qué es peor,la ignorancia o la indiferencia?-pregunté tras un silencio incómodo-.
-Ni lo sé,ni me importa.
-respondió Adrien resoplando-.
-Es para saber si debo ignorarte o sentirme indiferente cuando estás con el modo gilipollas encendido
.-expliqué mirando al suelo, jugando con los brotes de césped del parque donde estábamos sentados-.

-Pues es prácticamente lo mismo.-dijo encogiéndose de hombros-.

-Tiene matices.Ignorarte supone un esfuerzo por pasar de ti,y que me importes aunque sea muy en el fondo.La indiferencia implica convertirte en una cifra más de esos seis mil millones de personas que pasean por el mundo,sin que me importen.
-Ah...pues entonces la indiferencia.-dijo pensativo-.

-¿Pero qué dices,que es lo peor o lo mejor?-pregunté algo confuso-.

-Pues ahora que lo preguntas,ni lo sé,ni me importa.-contestó con tono triunfal-.

lunes, 31 de enero de 2011

#3:Desequilibrio.

El día no podía empeorar para Bastian.Los trabajos que se hicieran por parejas durante todo el cuatrimestre debían de ser con el compañero de mesa.
No sabía en qué clase de universidad que no fuera en las de las películas pasaba eso,pero pensaba quejarse al profesor de turno,aunque tenía pocas esperanzas de que le hiciera caso.
Por suerte el día había avanzado hasta que la última clase de la mañana estaba ya a punto de terminar.
Adrien y Bastian no habían vuelto a coindicir después de despedirse con un seco "adiós" al final de la primera hora,por lo que uno suspiraba tranquilo mientras el otro se divertía pensando en lo ocurrido esa mañana.
A Adrien le encantaba jugar a ese tipo de juegos,y más aún si la otra persona con la que jugaba se lo tomaba tan en serio.
Sin embargo a Bastian no le hacían ninguna gracia.Él tenía la idea de conservar una reputación
intachable en la universidad,y había empezado con mal pie.
Cuando por fin acabaron las clases la gente empezó a abandonar el aula como si se hubiera provocado un incendio,sin embargo,Bastian se tomó su tiempo,recogiendo sus cosas con la sensación de que se le había olvidado algo.
Se encogió de hombros al observar que aparentemente todo estaba bien y se colgó su mochila a cuadros por una sola correa.
Cuando salió de la clase no se lo podía creer,apoyado con un pie en la pared se encontraba Adrien,sonriendo,como siempre.
Bastian suspiró,sin entender qué es lo que había hecho mal para que el karma se lo devolviera en forma de tortura perpetua.
-Escucha,esta mañana...-empezó a hablar Adrien-.
-No,no,escúchame tú.-interrumpió Bastian perdiendo la paciencia-.Si de verdad quieres quedar conmigo,y sé que no vas a parar hasta que te diga que sí,va a ser con la condición de que sólo somos y llegaremos a ser compañeros de mesa,¿Lo entiendes bien?
Adrien soltó una carcajada acompañada de una sonrisa triunfal.
-Como tú quieras,pero te he esperado para devolverte la carpeta.Se te ha olvidado esta mañana a primera hora.
Después se acercó a Bastian y se la puso sobre equilibrio encima de la cabeza.
-Por cierto,compañero de mesa.-dijo subrayando esto último-.Me he tomado la molestia de apuntarte mi número en la carpeta,espero que no te importe.
Bastian permanecía inmóvil,intentando mantener el equilibrio,sin saber qué decir.
-¡Hasta luego!-se despidió Adrien después de hacerle una foto con el móvil a Bastian,dándose la vuelta y perdiéndose por los pasillos-.
-Gilipollas-dijo Bastian resoplando,lo que provocó que se le cayera la carpeta al suelo,la cual vomitaba un río de apuntes y fotocopias.
Se agachó,metiendo las hojas a presión en la carpeta,mientras observaba cómo en diagonal y con números gigantes,Adrien había escrito su número en una de las tapas con rotulador permanente.

domingo, 30 de enero de 2011

#2:Tensión sexual no resuelta.

Eran las siete de la mañana de un día otoñal.
Aquel día las nubes también cubrían toda la ciudad,con aire amenazador,haciendo que el gris del asfalto se volviera más triste aún.
Bastian desayunaba un tazón de cereales,mientras veía sin interés unos dibujos en la tele.
Cuando terminó cogió su vieja mochila de cuadros negros y blancos (he de decir que había cuadros de todos los colores,porque se había dedicado a pintarlos con rotulador) y salió de casa.
Sentía la misma soledad que todas las mañanas,aunque día a día se hacía más llevadera.
Es curioso,estoy rodeado de gente en todo momento y aún así me siento solo en el mundo.-pensó entre empujón y empujón durante el trayecto de metro-.
También reflexionó sobre lo ocurrido la otra noche.
Se sentía algo avergonzado por pensar que desde ayer,todo el mundo estaría hablando de él y de lo imbécil que era por haber empapado al tal Adrien.
Por otro lado,también pensaba que el otro chico se lo merecía.
Fue pensando en todo ello mientras caminaba como un autómata,aislado del mundo gracias a las trescientas veintisiete canciones que llevaba aquel día en el bolsillo.
De una semana a otra solía variar el número,de unas se cansaba y añadía otras a la lista de reproducción.
Se paró ante el marco de la puerta de la clase,dudando si pasar o ir a dar una vuelta mientras aclaraba las ideas.
Después de unos segundos de indecisión optó por entrar.
Los primeros sitios del aula ya estaban ocupados,asique para evitar que le reconocieran como el chico de la otra noche se sentó en las últimas mesas.
La clase se fue llenando con la llegada de grupos de alumnos dispersos,hasta que entró el profesor.
Por suerte nadie aún se había sentado al lado de Bastian,por lo que suspiró aliviado.
El profesor comenzó la explicación,mientras los alumnos tomaban apuntes casi a la velocidad de la luz.
El único sonido que se oía era el de los bolígrafos rasgando el papel o el de las teclas de alguno que otro que se había llevado un ordenador portátil a la clase.
Pasados unos diez minutos se abrió la puerta de clase otra vez.
Como siempre pasa,todo el mundo alzó la cabeza para ver de quién se trataba.
Bastian tragó saliva al ver que el rezagado era el chico de la otra noche,y que al no ver ningún otro sitio libre se dirigía al que se encontraba a su lado.
Mierda,mierda,mierda.-pensó apretando el puño con el que sujetaba el bolígrafo y mordiéndose el labio inferior-.
Cuando Adrien se sentó en la mesa de al lado de Bastian no pudo evitar resoplar.
Por otro lado aprovechó la situación,como siempre y se le ocurrió una idea.
-Gracias por guardarme el sitio como te pedí ayer,Bast.He llegado tarde porque he tenido que recoger la habitación y hacer la cama,que ayer la dejaste hecha un desastre.-dijo Adrien guiñando un ojo a Bastian-.
-Tssh...baja la voz.-pidió Bastian mientras intentaba relajarse-.
Que se calle de una vez.-rezaba-.
-Claro,¿que baje la voz yo ahora,no?Pues que sepas que por tu culpa ayer me llevé la bronca de mis compañeros de piso,dicen que tus gemidos no les dejaban dormir.-dijo Adrien con el mismo tono de voz-.
Los dos estudiantes de las mesas de delante se giraron,para mirar un momento a Adrien y a Bastian y después volvieron a sus apuntes.
Bastian se moría de vergüenza,nunca le había gustado llamar la atención,y menos de ese modo,asique atacó a Adrien con el mismo recurso,a modo de disimulo.
-Deberían ser los gemidos de otro,porque te recuerdo que al menos hasta ayer,no se te levantaba.-dijo levantando el tono de voz al de Adrien-.
-¡Ouch!,eso duele.-comentó una chica de una de las mesas de delante ante el comentario de Bastian-.
Adrien alargó la pierna,pateando la silla de la chica del comentario y volvió a mirar a Bastian,sonriendo como si todo ese juego le estuviera divirtiendo.
Bastian optó por romper un trozo de folio y escribirle una nota a Adrien.
"Siento lo que te hice ayer,pero deja ya de hacer el idiota.Van a pensar que estamos juntos al final."
Con disimulo,dobló el papel y lo deslizó hasta la mesa de Adrien,el cual lo cogió con interés,mientras lo leía.
Cuando terminó de leerlo lo dejó desdoblado encima de la mesa y respondió al otro chico,devolviéndolo a su mesa.
"No sé que tienes pero me pone un montón.Tal vez sea que nunca me han dicho que no como lo has hecho tú.¿Quedamos después de clase?"
 Bastian cogió el papel y lo leyó de forma incrédula.Tardó muy poco en pasarle otra vez el papel a Adrien.
"No." había escrito añadiéndole un plus de ironía a la respuesta.

sábado, 29 de enero de 2011

#1:Pavo a la naranja.

El primer encuentro entre Bastian y Adrien fue algo violento.
Todo ocurrió durante una fiesta en los primeros días de universidad.
Bastian no era un chico al que le gustara salir mucho de fiesta,pero se encontraba a cientos de kilómetros de su ciudad y aún no conocía a nadie.
La vida en una ciudad grande no era como él imaginaba,no era ni peor ni mejor,simplemente era diferente.
Sólo odiaba tres cosas de aquel lugar:el color gris que proyectaba la ciudad,los empujones sin disculpas que recibía cada mañana y lo solo que se sentía a veces.
Intentó olvidarse de todo ello durante la fiesta,pero Bastian no podía evitar de vez en cuando seguir pensando en sus cosas.
Un choque frontal despertó a Bastian de su ensimismamiento,haciéndole ver que la mitad de su refresco de naranja había aterrizado sobre la camiseta de un chico de ojos marrones,pelo despeinado a propósito y sin afeitar un par de días.
Rápidamente,Bastian optó por disculparse,intentando aplacar los insultos que había provocado en el otro.
Haciendo amigos desde el primer momento...aunque de todas formas,este tío es gilipollas.-pensó con resignación-.
El otro chico calló un momento,relamiéndose los labios.
-¿No tenías otra cosa mejor con la que bañarme que no fuera un zumo?-preguntó a modo de burla-.
-No es un zumo,tiene burbujas.-susurró Bastian agachando la cabeza-.
El otro chico entonces se río,como olvidando que aún seguía empapado y se dirigió a Bastian con un tono prepotente.
-¿Crees que nunca han hecho que se chocan conmigo para conocerme?.Me llamo Adrien.-se presentó con una sonrisa burlona-.

En ese momento Bastian alzó la cabeza,mirándole directamente a los ojos.

-Creo que te equivocas Adrien,yo no soy ese tipo de persona.-contestó Bastian-.Y para tu información yo no he provocado el choque.-añadió-.
-Escucha...-dijo invitando al otro a que dijera su nombre con un gesto-.
-Bastian.-contestó secamente-.
-Da igual,te perdono por haberme empapado,es normal querer ver cómo se me transparenta la camiseta.-dijo con un tono fanfarrón-.¿Te apetece que nos conozcamos mejor?-preguntó con el mismo tono-.

Bastian negó con la cabeza,incrédulo ante lo que acababa de oír.
-Creo que esta vez sí que te voy a deber una disculpa.-dijo empapando a Adrien con lo que le quedaba de bebida-.
En ese momento todas las miradas de la fiesta se centraron en ellos.
Bastian se giró y se abrió paso entre la multitud buscando la puerta para irse de allí cuanto antes posible.
Adrien se quedó pensativo,mientras se mordía el labio inferior.
A pesar de todo había una cosa en la que ambos coindicían,los dos querían ver al otro lo menos posible en la universidad.

viernes, 28 de enero de 2011

#2:Asuntos de biblioteca.

Después de tres días sin decidir cuando íbamos a quedar para terminar el trabajo que nos habían mandado sobre Pablo Neruda,nos encontrábamos en la biblioteca,compartiendo un ejemplar de los Cien sonetos de amor.
De todos los sonetos al azar nos había tocado comentar el XLIV.

Sabrás que no te amo y que te amo
puesto que de dos modos es la vida,
la palabra es un ala del silencio,
el fuego tiene una mitad de frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,
para recomenzar el infinito
y para no dejar de amarte nunca:
por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera
en mis manos las llaves de la dicha
y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para armarte.
Por eso te amo cuando no te amo
y por eso te amo cuando te amo.


Iba por la segunda lectura del soneto cuando Adrien expresó su gran motivación por el trabajo con un gran bostezo.

 -¿Has acabado ya?-preguntó con aire despreocupado,sin siquiera bajar la voz-.

 Asentí con la cabeza mientras le lanzaba una mirada de repoche.
-Supongo que al menos te lo habrás leído.-me limité a decir-.

-Este poema no tiene sentido.O amas o no amas,es así de simple.-se adelantó él-.

Cerré el libro y lo dejé encima de la mesa para a continuación mirar a Adrien con cierto desdén.

-No es tan simple.Nadie puede decidir qué es lo que quiere sentir y qué es lo que no.Puedes amar,odiar,hacer ambas cosas al mismo tiempo o sentir la indiferencia más admirable.Y precisamente yo creo que habla de eso,de amar y odiar a la vez,pero sobre todo lo que prevalece es amar.-le expliqué en voz baja-.


-Aún así es imposible amar y odiar al mismo tiempo.Son conceptos totalmente opuestos,uno acaba destruyendo al otro.-replicó él-.

-Estamos hablando de sentimientos,no de luchadores del Pressing Catch.Además,los opuestos no tienen por qué destruirse entre ellos.También se pueden complementar.-dije dándole un golpecito a la portada del libro para apoyar lo que estaba diciendo-.

La frase le había hecho reaccionar de un modo extraño.
Bajó la cabeza,y comenzó a escribir ideas sacadas de nuestra conversación sobre el soneto.
Cuando terminó me pasó la hoja y la leí con detenimiento,o eso parecía,ya que observaba más bien su letra,ya que era la primera vez que la veía.No estaba mal,aunque era un poco desordenada.

-¿Alguna vez has sido capaz de amar y odiar a la vez?-me preguntó con curiosidad cuando volví a dejar la hoja sobre la mesa-.

-¿Has cambiado de idea ahora?-pregunté a la defensiva-.

-No has respondido a mi pregunta.-insistió mientras garabateaba en la hoja de antes-.



Suspiré,mordiéndome el labio inferior,pensativo.

-Puede.-dije mirando lo que estaba dibujando-.

-Entonces puede que haya cambiado de idea.-respondió sin levantar la mirada de la hoja-.


-¿De verdad te importo tanto como para influir en tu lógica aplastante?-pregunté con un deje de ironía e incredulidad-.

En ese momento levantó la cabeza,mirándome a los ojos,negando con la cabeza.

-No,no.-se apresuró a añadir-.Esque me he dado cuenta de que te había colocado en un puesto muy bajo en mi escala de idiotas.-terminó esbozando una sonrisa-.

jueves, 27 de enero de 2011

#1:Superhéroes y Kryptonitas.

Aquí estaba yo,discutiendo otra vez más con él.
No era la típica persona a la que tan bien se me daba ignorar después de algún malentendido.

Adrien era capaz de conseguir que le volviera a hablar como si ninguno de los bombardeos intelectuales que teníamos a diario hubieran ocurrido nunca.
Estaba concentrado pensando el comentario definitivo,aquel que le dejaría K.O y con la boca cerrada de una vez.

Y mientras seguía discutiendo con él,luchando con comentarios mediocres a la defensiva,estudié mi reflejo en una ventana que se encontraba a sus espaldas.
Si ya me sentía idiota aquel día,sólo tuve que verme las gafas tapándome media cara para sentirme algo más idiota aún.

De fondo,el eco de su voz que tanto me irritaba seguía resonando.
Hice oídos sordos a su último comentario,quitándome aquellas gafas de pasta y colgándomelas del cuello de mi sudadera gris.

Sólo aquellos que lleven gafas podrán entender la frustrante sensación de ver considerablemente reducido su campo de visión.
Me froté los ojos después de quitarme las gafas y volví a mirar a Adrien,expectante al darme cuenta del silencio que se había producido en aquel momento.

-¿Qué?-le dije dispuesto a darme la vuelta y acabar con aquella charla tan absurda-.

Bajó la mirada hacia el suelo,sonriendo y dejando a un lado aquella pelea que carecía de sentido.

-Los superhéroes también llevan gafas.-susurró ampliando aquella encantadora sonrisa que yo tanto odiaba-.

Me dejó momentáneamente sin palabras.
Alcé una ceja y le miré,buscando algo útil en mi repetorio de frases para salir airoso en momentos incómodos,no sabía encajar bien los halagos,y aún menos sabía como tomármelos viniendo de Adrien.

-Tú debes ser mi kryptonita,por lo que veo.-dije con un desinterés fingido,no quería que se diera cuenta de lo tanto que me había gustado aquello que me había dicho-.

Sonrió,esta vez mirándome a los ojos.

-¿En qué te basas para exponer esa afirmación?

Él lo sabía perfectamente y aunque aparentemente le odiaba decidí contestarle lo que yo muy en el fondo quería decir y lo que él quería oír.

-Al igual que Superman pierde sus poderes cuando tiene cerca algún fragmento de ese mineral yo pierdo la capacidad de hablar cuando te empeñas en atacarme con sutiles indirectas y la estúpida sonrisa de todos los días.

Como si lo hubiera hecho a propósito,cambió su expresión de forma seria para sonreír otra vez.

-No,me refería en qué te basas para suponer que te estaba calificando como un superhéroe.-respondió en tono burlón-.

En ese momento se giró y comenzó a caminar a paso tranquilo,alejándose cada vez más hasta convertirse en una figura inalcanzable a mi vista.

Suspiré y negué con la cabeza.Eran las casi las tres y media de la tarde,hacía una hora que debería haber llegado a casa.
Ahora sí que me sentía el mayor idiota del mundo,asique me volví a poner las gafas,reafirmando mi condición de idiota sin remedio.